Residencia de ancianos

Dicen, que las residencias de ancianos, hoy en dia, ya no son lo que eran, que son lugares agradables,  donde ellos pasan sus ultimos dias, entretenidos, jugando, para estimular su mente, ayudados por personal cualificado. Sitios, donde estan muy atendidos y no sienten que se les ha aparcado, para darles en el olvido. Todo visto y contado asi,  es cierto y suena, quizas bonito.
Ayer, acompañe a una amiga, a una de estos lugares de descanso de nuestros amados mayores, quiza sea por el pavor que me produjo la idea, lo que antes he contado, no tiene que ver con lo que senti.
Solo vi, una gran sala aseptica, iluminada por una luz de amarillo enfermizo, llena de muchos ancianitos variopintos, sentaditos como en fila, cada cual en su sofa, todos callados, apenas se movian, ni tampoco se miraban los unos a los otros.
El silencio, hace un eco fantasmal en la sala, sus cuerpecillos sin apenas movimiento, son figuras casi de automata, como si se les hubiera desprendido la mente.
Parecen cuidados como muñecos, no dudo que lo estan, la impersonalidad del sitio, es posible que no deje asomar la imagen de cada uno de ellos, con sus matizes individuales, sus sonrisas picarescas y sus pequeñas manias personales.